Adelgazar no solo depende de mantener la cantidad de ejercicio, sino también de regular la dieta diaria. Aunque suene a algo común, hay una gran variedad de métodos de dieta para perder peso, ¿cuáles crees que son más adecuados para ti? La dieta cetogénica es un método popular en los últimos años, ¿no tienes algún amigo que la haya probado?
Reemplazar la glucosa por cetonas para obtener energía
En el pasado, la pérdida de peso solía comenzar con la dieta, y el concepto básico era mantener un equilibrio nutricional y la ingesta diaria de calorías necesarias, tratando de reducir al mínimo la absorción de calorías. Sin embargo, la dieta cetogénica parece ir en sentido contrario. El principio de esta dieta es seguir una alimentación alta en grasas, baja en carbohidratos y con suficiente proteína como objetivo, lo que obliga al cuerpo a quemar grasa. Dado que los carbohidratos que consumimos se convierten en glucosa, cuando la ingesta de carbohidratos es baja y no hay un exceso de proteínas, el hígado convierte la grasa en ácidos grasos y cetonas, y luego las cetonas reemplazan la glucosa como fuente de energía para el cuerpo, logrando así el efecto de pérdida de peso.
70% de dieta alta en grasas
Al seguir una dieta cetogénica, es importante prestar atención a la proporción de grasas, carbohidratos y proteínas, mientras que en una dieta equilibrada normal, los carbohidratos representan aproximadamente el 50%, en la dieta cetogénica se reduce significativamente al 5%, esta diferencia se compensa con alimentos altos en grasas y una cantidad moderada de proteínas, con una proporción de aproximadamente 70% de grasas y 25% de proteínas. Algunos alimentos que pueden promover la cetosis en el cuerpo incluyen pescado, carne, huevos, mariscos, nueces, queso, aguacate, arándanos, fresas, limón, entre otros, al mismo tiempo se deben evitar arroz, pasta, cereales, frijoles rojos, frijoles verdes, lentejas, papas, calabaza, así como alimentos o bebidas azucaradas como pasteles, helados, galletas, mermeladas, miel, batidos, refrescos, entre otros.
Efecto rápido para reducir la grasa y ayuda a controlar el apetito.
Antes de decidir si seguir la dieta cetogénica para perder peso, ¡además de comprender qué alimentos se pueden comer o evitar, también se deben considerar sus ventajas y desventajas! ¡Comencemos hablando sobre el aspecto más importante para todos, la efectividad en la pérdida de peso! La dieta cetogénica no solo quema eficazmente la grasa, sino que también ayuda a reducir la pérdida de músculo, tiene un efecto rápido en la pérdida de grasa y ayuda a controlar el apetito, lo que debería ser una bendición para aquellos que siempre tienen antojo de comida y temen no poder saciarse. Si se consumen grasas saludables durante las comidas, también se puede mejorar el colesterol bueno y reducir el colesterol malo al mismo tiempo.
Posibles efectos secundarios
La dieta cetogénica también tiene sus controversias, ¡y no se deben ignorar algunos riesgos potenciales! Debido a que el cuerpo necesita tiempo para adaptarse al proceso de cambiar de carbohidratos a cetonas como principal fuente de energía, al principio de la dieta cetogénica, es posible que aparezcan síntomas como fatiga mental, somnolencia, entre otros, que requieren aproximadamente una semana de adaptación para que el cuerpo se acostumbre y se ajuste. Los cambios en los hábitos alimenticios también pueden causar malestar estomacal, ya que comer repentinamente alimentos grasos puede provocar diarrea, y también es fácil sufrir de estreñimiento debido a la falta de fibra en la dieta. Excluir por completo los carbohidratos de la dieta diaria también puede llevar a un desequilibrio nutricional.
La dieta cetogénica no es adecuada para todos.
El cuerpo produce una gran cantidad de cetonas de repente, lo que puede afectar el equilibrio ácido-base en la sangre, pudiendo causar dolores de cabeza, náuseas, deshidratación, e incluso cetoacidosis en casos graves. También hay estudios que sugieren que la dieta cetogénica puede aumentar el riesgo de enfermedades cardiovasculares. Además, hay personas que no son aptas para seguir una dieta cetogénica, como aquellas con diabetes tipo 1, hiperlipidemia, trastornos del metabolismo de las grasas, problemas de función hepática, problemas renales, niños, adolescentes, mujeres embarazadas, entre otros. Después de todo, cada persona tiene un cuerpo diferente, ¡así que asegúrate de entender bien cualquier método de control de peso antes de comenzar!
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