Tudor siempre se ha dedicado a crear relojes de alta calidad, cada uno de ellos, incluyendo la serie Black Bay, sigue estrictamente los estándares de la marca y se ensambla y prueba exhaustivamente en la nueva fábrica de relojes en Le Locle, Suiza. Los embajadores de Tudor, como David Beckham y Jay Chou, incluso visitaron este lugar emblemático de la marca anteriormente.
Esta fábrica de relojes fue construida durante 3 años y se completó oficialmente en 2021. Tiene 4 pisos y una superficie total de 5,500 metros cuadrados. El llamativo color «rojo Tudor» de su fachada deja una impresión duradera y complementa la cercana fábrica de relojes Kenissi.
La fábrica de relojes König fue fundada en 2016 y se especializa en la producción de movimientos de relojes Tudor. Basándose en la fábrica de relojes König y otras instalaciones de la marca, Tudor ha logrado integrar con éxito la capacidad de investigación y producción de movimientos mecánicos de alto rendimiento, lo que le permite tener un control total sobre la producción de componentes clave y garantizar una calidad estable.
