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febrero 15, 2023

Además de los relojes de lujo, ¿cómo Rolex está salvando los océanos con su proyecto «Misión Azul»?

Las marcas de lujo internacionales, con el fin de preservar su historia, a menudo lanzan proyectos paralelos a sus productos principales, e incluso abren sus propios museos. También se dedican a promover el arte y la cultura, brindando oportunidades y espacios para el desarrollo creativo de las nuevas generaciones. Además, es aún más excepcional cuando impulsan proyectos de conservación ambiental, utilizando su influencia de marca para proteger el planeta.

En el siglo XXI, la exploración ha evolucionado de ser simplemente un descubrimiento a convertirse gradualmente en una forma de proteger el medio ambiente. Ante el fenómeno del calentamiento global, los océanos desempeñan un papel crucial en los ecosistemas. Sin embargo, la gente carece de comprensión sobre esta madre naturaleza que nos protege. Afortunadamente, esta hermosa región marina también ha captado la atención de personalidades internacionales, como la legendaria oceanógrafa y exploradora Sylvia Earle, quien incluso ha escrito una carta al presidente elogiando la importancia de los arrecifes de algas gigantes y los ha incluido en su proyecto Mission Blue.

La amante del océano Sylvia Earle, no solo es una poseedora de múltiples récords de buceo femenino, sino también una científica marina, exploradora, escritora y oradora. En 2009, fundó el programa de conservación marina «Misión Azul» (Mission Blue), el cual recibió un sólido patrocinio en 2014 de la prestigiosa marca de relojes suizos Rolex. Desde la década de 1970, el reloj Oyster Perpetual de Rolex ha sido el compañero de tiempo más confiable de la Sra. Earle durante sus proyectos de buceo profundo, y desde 1982 se ha convertido en embajadora de Rolex. A través del programa «Planeta Perpetuo» (PERPETUAL
PLANET), Rolex apoya activamente la organización sin fines de lucro «Misión Azul» (MISSION BLUE) para lograr su visión de establecer una red global de «HOPE SPOT» para proteger los ecosistemas marinos y salvaguardar la salud y el futuro de los océanos.

Las Islas Galápagos tienen un ecosistema rico y único, que es el hogar de numerosas especies de animales y plantas en peligro de extinción. Desde su primera visita en 1966, Sylvia Earle quedó impresionada por la diversidad de tiburones y otros peces en estas islas. Sin embargo, este ecosistema diverso y abundante ha traído consigo tanto encanto como consecuencias negativas para las Islas Galápagos. En los últimos años, ha habido un aumento en el número de turistas que visitan las Islas Galápagos, lo que ha llevado a la introducción de especies invasoras y ha ejercido una presión cada vez mayor sobre los recursos locales.

Esta investigación es oportuna. En 1998, Ecuador estableció la Reserva Marina de Galápagos, que cubre 133,000 kilómetros cuadrados de aguas del archipiélago. Sin embargo, aún hay mucho trabajo por hacer para garantizar que los residentes locales, turistas y pescadores utilicen los recursos del archipiélago de manera sostenible en el futuro. En 2022, casi 25 años después de la creación de la Reserva Marina de Galápagos, es necesario evaluar los efectos de las medidas de protección relacionadas. Desde 1982, Sylvia ha colaborado con un equipo de científicos de varias instituciones para llevar a cabo una expedición científica de dos semanas en el «Punto de Esperanza» del archipiélago de Galápagos en 2022. Basándose en amplios objetivos de investigación, evaluaron de manera integral el ecosistema marino de la región y identificaron los desafíos y oportunidades para el trabajo de conservación futuro.

Durante casi un siglo, Rolex ha apoyado constantemente a los pioneros de la exploración, esforzándose por superar los límites humanos. A medida que el mundo ha cambiado, Rolex ha transformado la exploración, pasando de ser una búsqueda pura de descubrimientos a convertirse en una forma de proteger el planeta. Se compromete a apoyar a personas y organizaciones destacadas en el uso de la ciencia para comprender los desafíos ambientales actuales y desarrollar soluciones.

Hasta el día de hoy, el programa «Misión Azul» ha establecido más de 130 «puntos de esperanza» en áreas clave de los océanos afectadas por la actividad humana o no protegidas a nivel mundial. Sin embargo, actualmente solo el 8% de los océanos del mundo están adecuadamente protegidos. El objetivo de «Misión Azul» es lograr que para el año 2030 se proteja el 30% de los océanos a nivel global. «El impacto humano en los océanos va más allá de cualquier otra especie, hemos alterado la naturaleza de manera significativa, pescando a gran escala y llenando el mar de productos de plástico. Aunque la situación ha mejorado ligeramente, la protección de los océanos sigue siendo urgente, ya que nos enfrentamos a cambios que podrían ser irreversibles».

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