El Centro Cultural y Natural de la Reserva de la Naturaleza de Chaohu en Huai’an, Anhui, China, es un edificio único que se encuentra al pie de las montañas que se extienden por decenas de kilómetros al suroeste de la ciudad de Chaohu, y refleja los elementos naturales del paisaje circundante. El edificio fue diseñado por el estudio de arquitectura Shanghai Qianji Architectural Design, y su concepto se basa en la naturaleza, con el objetivo de integrar las montañas, la vegetación y el contexto geológico en el diseño arquitectónico. Al mismo tiempo, el edificio se integra perfectamente en el paisaje, convirtiéndose en un vehículo para la luz, la lluvia, el aire, permitiendo a los ciudadanos experimentar un espacio natural que ellos mismos pueden moldear.
La arquitectura tiene una apariencia peculiar, parece un agujero de gusano gigante o una serpiente en movimiento. Resulta que el arquitecto se inspiró en las formas de vida natural al diseñar. El punto de partida fue simular el movimiento de los gusanos en el suelo para dar forma a la interpretación del espacio geológico. A través de curvas libres y cortes únicos en todas partes, la arquitectura se convierte en una «base futurista» con una sensación de ciencia ficción. Bajo la luz del sol, estas siluetas retorcidas y extrañas crean imágenes cinematográficas llenas de arte.
Para entrar en este «agujero de gusano», los visitantes pueden seguir estas tres rutas. Primero, ingresar desde la rampa. La primera ruta de entrada al edificio es a través de una rampa semicircular ubicada en el exterior del área frontal, esta pequeña rampa guía suavemente a las personas hacia un espacio con forma de cúpula. Segundo, ingresar desde la gran escalinata. La segunda ruta de entrada al edificio es subiendo por los escalones del mirador ubicado debajo del techo del área de la plaza. Por último, los visitantes también pueden cruzar el techo de la carretera municipal, caminar sobre el puente que conecta los terrenos del norte y del sur, disfrutando de las múltiples sombras de la arquitectura y las montañas distantes, sin darse cuenta, también pueden dirigirse hacia ese espacio de cúpula.
Dos capas de conchas arquitectónicas con altibajos se entrelazan para formar un enorme espacio público en forma de plataforma y un espacio vertical que se eleva perpendicularmente a la cúpula, permitiendo que los visitantes en el interior se conecten con la naturaleza. Esta sensación de armonía natural es como si el edificio hubiera crecido de forma orgánica en su entorno natural. ¿Te atrae lo suficiente este centro cultural único en su tipo como para ir a ver su encanto en persona?
Fuente de la imagen y más información: Estudio de diseño y arquitectura Shanghai Qianji
